Diferencias entre micropigmentación y microblanding
La belleza de unas cejas bien definidas ha llevado al auge de técnicas semipermanentes como la micropigmentación y el microblading. Aunque suelen confundirse, ambas tienen diferencias clave en su aplicación, duración y resultado estético.
El procedimiento de micropigmentación emplea un dermógrafo (parecido a una máquina de tatuaje) para inyectar pigmentos en la capa superficial de la piel. No solo se utiliza para cejas, sino que también se utiliza para el delineado de ojos, labios y arreglos estéticos. El resultado es más nítido y homogéneo, perfecto para aquellos que desean un efecto de maquillaje perdurable. Su periodo de vida fluctúa entre 1 y 3 años, en función del tipo de piel y los cuidados subsiguientes.
En contraposición, el microblading es un procedimiento manual que emplea una pluma con microagujas para realizar pequeñas incisiones en la piel, trazando líneas de pelo en pelo. El desenlace es más natural y discreto, imitando pelos auténticos. Está particularmente sugerido para aquellos que buscan cejas de mayor tamaño sin sacrificar el aspecto natural.

ambas técnicas necesitan un repaso adicional para mejorar el diseño y preservar la intensidad del pigmento. La selección de una opción u otra estará determinada por el tipo de piel (el microblading no es óptimo para pieles grasas), el estilo que se busca y la experiencia del artista.
Antes de tomar una decisión, es crucial consultar con un experto acreditado que examine el rostro, efectúe un examen de sensibilidad y maneje pigmentos y materiales higiénicos de alta calidad. Por lo tanto, se asegura un resultado armónico, seguro y en consonancia con tus expectativas.
¿Buscas naturalidad o definición? Ambas técnicas tienen su encanto, pero elegir bien puede marcar la diferencia en tu mirada.