La ozonoterapia es una técnica que utiliza el ozono para tratar diversas enfermedades, ofreciendo beneficios tanto en enfermedades sistémicas como en aplicaciones estéticas y neuralgias. Sin embargo, su uso requiere precauciones específicas para evitar efectos adversos y maximizar su eficacia.
Inhalación de ozono: Precauciones importantes
Es fundamental tener en cuenta que la inhalación de ozono es tóxica para los pulmones, ya que puede causar irritación en los alveolos. Por lo tanto, debe evitarse este método, ya que puede provocar daños respiratorios significativos.
Uso de ozonoterapia en niños
En menores de 16 años, la única vía recomendada para la administración de ozono es la rectal. Las dosis deben ajustarse según la edad del paciente, ya que los niños suelen responder rápidamente a este tipo de tratamiento.
Tratamiento de enfermedades sistémicas
En condiciones como la artritis reumatoide o el pie diabético, se recomienda una combinación de aplicaciones locales y sistémicas para aumentar los efectos terapéuticos. Esto permite una acción más completa y eficaz sobre la enfermedad.
Autohemoterapia mayor: Consideraciones y dosis
La autohemoterapia mayor consiste en mezclar sangre con ozono y reinfundirla al paciente. La concentración y volumen de ozono deben ajustarse con cuidado, especialmente en pacientes con enfermedades autoinmunes, ya que concentraciones elevadas pueden inhibir el sistema inmunológico en lugar de estimularlo.
Ajuste de las concentraciones de ozono
Las concentraciones de ozono deben seleccionarse según el objetivo del tratamiento. Para estimular el sistema inmune, se usan concentraciones más bajas, mientras que para inhibir procesos inflamatorios exagerados, como en la segunda fase del COVID-19, se recomienda utilizar concentraciones superiores a 40 microgramos.
Preparación del paciente para aplicaciones rectales
Es importante preparar al paciente para aplicaciones rectales de ozono, comenzando con concentraciones bajas y aumentando gradualmente. Esto previene efectos adversos como la diarrea, que pueden surgir con concentraciones elevadas desde el inicio.
Experiencia clínica: Caso de activación inmune excesiva
Un caso clínico destacado es el de una paciente de 65 años que, tras recibir autohemoterapia, experimentó fiebre y escalofríos. Se atribuyó a una activación excesiva del sistema inmune, posiblemente relacionada con un estado emocional vulnerable.
Combinación de ozonoterapia menor y mayor
En algunos casos, es posible combinar la ozonoterapia menor con la mayor o con la vía rectal. Sin embargo, se debe evitar la combinación de autohemoterapia mayor con la vía rectal, ya que una dosis elevada de ozono podría sobrecargar al paciente.
Respuestas del paciente a la ozonoterapia mayor
Existen tres posibles respuestas al tratamiento con ozonoterapia mayor: no sentir ningún efecto, experimentar una mejora notable con mucha energía, o sentir cansancio, lo que podría indicar una sobredosificación de ozono.
Tratamiento de la sobredosis de ozono
Si un paciente presenta síntomas de sobredosificación, como cansancio extremo, el tratamiento recomendado es la administración de vitamina C, ya sea vía oral o intravenosa, dependiendo de la gravedad del cuadro.
Aplicaciones estéticas y en neuralgias
En tratamientos estéticos, es importante no usar un exceso de jeringas para evitar sobrecargar al paciente. Además, la ozonoterapia se ha mostrado efectiva en el tratamiento de neuralgias, especialmente en casos de herpes zóster.
Terapia subcutánea con ozono
La aplicación subcutánea de ozono debe realizarse con precaución, evitando siempre la inyección en venas y controlando estrictamente la dosis para prevenir efectos adversos.
Uso de antioxidantes como la vitamina C
En casos de oxidación excesiva provocada por ozonoterapia, se recomienda el uso de antioxidantes como la vitamina C y E para mejorar la tolerancia del paciente en futuras sesiones de ozono.
Solución salina ozonizada: Un uso limitado
La solución salina ozonizada, utilizada principalmente en Rusia, no debe ser un sustituto de la autohemoterapia mayor. Los efectos del ozono en la sangre son diferentes a los que se obtienen al mezclarlo con solución salina, por lo que su uso debe ser considerado con cautela.