El origen del Reiki
Reiki es una de las terapias energéticas más reconocidas en el mundo, surge a principios del siglo XX en Japón. Su creador, Mikao Usui, desarrolló esta técnica en 1922, tras una profunda experiencia espiritual en el monte Kurama. El término proviene de dos palabras japonesas: Rei (energía espiritual) y Ki (energía vital), y su práctica se basa en canalizar esta energía a través de las manos para promover el bienestar físico, emocional y espiritual. Aunque tiene raíces ancestrales, fue sistematizado por Usui con un enfoque moderno que permite su enseñanza y transmisión a través de iniciaciones o sintonizaciones.
El concepto de Reiki se deriva de dos términos japoneses: Rei (energía espiritual) y Ki (energía vital), y su técnica se fundamenta en dirigir esta energía mediante las manos para fomentar el bienestar físico, emocional y espiritual. A pesar de sus orígenes antiguos, Usui sistematizó Reiki con una perspectiva contemporánea que facilita su instrucción y difusión mediante iniciaciones o sintonizaciones.

¿Quién pude aprender reiki?
Cualquier persona interesada puede estudiar Reiki, sin importar su edad, formación previa o creencias religiosas. No se requiere tener habilidades especiales ni experiencia en terapias alternativas para comenzar.
¿Qué se necesita para aprender Reiki?
Aunque no hay requisitos formales, es recomendable contar con ciertas cualidades personales:
Interés por las terapias alternativas
Mentalidad abierta y tolerante
Empatía y sensibilidad
Paciencia y perseverancia
Vocación de ayudar a los demás
Estas características facilitan la comprensión y práctica del Reiki, permitiendo una mejor conexión con la energía vital que se busca canalizar.