La oxigenación facial es un tratamiento estético que ofrece estimular la penetración de oxígeno en la piel para que la piel se hidrate instantáneamente y obtenga como resultado luminosidad y vitalidad. Esta técnica ofrece también activar la circulación sanguínea, lo cual permite que lleguen más nutrientes a la zona tratada y promover así el rejuvenecimiento facial.
¿Cuáles son los beneficios de un tratamiento de oxigenación facial?
Con la aplicación de oxígeno en el rostro, previa limpieza del mismo, se consigue estimular la circulación además de hidratar la piel.
¿En qué se traduce esto? En un rostro más joven, luminoso e hidratado. Todo ello a través de un tratamiento natural, no invasivo y no doloroso.
Estos son algunos de sus resultados:
- Piel hidratada, tersa y luminosa.
- Piel más elástica y firme.
- Reducción de la flacidez del rostro.
- Reducción de los radicales libres.
- Mejora en la apariencia de manchas y cicatrices.
- Mejora en la apariencia de la piel con acné y rosácea.
¿Para quién está recomendado este tratamiento?
Cualquier persona que lo desee puede optar a la oxigenación facial con la seguridad de que grandes resultados, rápidos y sin riesgos. Una de las grandes ventajas de este tratamiento es que no tiene efectos secundarios, es natural para todas las personas. Es un tratamiento de mejora de la piel de rostro, pero también de prevención del envejecimiento del mismo, por lo que tendrá resultados positivos, tengas la edad que tengas.
La oxigenación facial es la última novedad en materia cosmética para rejuvenecer la piel y mejorar la apariencia del rostro, cuello y escote. Su auge se debe a que este tratamiento es el utilizado por celebridades como Madonna y Cameron Diaz para disimular los signos del envejecimiento y conservar la piel tersa. La oxigenación es un tratamiento apto para todo tipo de pieles. Los tratamientos con oxígeno permiten la renovación celular, el rejuvenecimiento de la piel y estimulan la creación de colágeno, vitamina E y elastina.
¿Por qué es importante oxigenarse la piel con regularidad?
Con el paso del tiempo, el oxígeno del rostro disminuye, dando lugar a una piel pálida sin vitalidad. Además, no solo factores biológicos pueden intervenir en este proceso, también factores externos como la contaminación, el estrés, el sol, hábitos poco saludables, falta de actividad física y de descanso, el tabaco, etc., pueden afectar a la oxigenación de la piel, provocando la aparición de signos de envejecimiento prematuros.